Por estas y otras razones más, Bettergy se enfrenta al reto de luchar por construir edificios que consigan mejorar tanto nuestro confort y calidad de vida, como la de nuestro alrededor, logrando la máxima calificación energética en todos sus proyectos.
En Europa, el sector de la edificación es el consumidor de energía número uno, seguido por la industria y el transporte, por lo que lleva a ser el causante de producir mayor cantidad de CO2, uno de los llamados “gases invernadero”, repercutiendo en el medio ambiente.
La eficiencia energética consiste en conseguir la reducción del consumo energético del edificio, aumentando el confort y calidad de vida, y protegiendo constantemente el medio ambiente fomentando la sostenibilidad del suministro energético; todo ello llevándonos a un ahorro económico notable y un mayor confort y salubridad a las viviendas.
La crisis del sector, junto con las nuevas normativas y una concienciación cada vez mayor, está permitiendo la promoción del ahorro energético, haciéndolo imprescindible en el momento tanto de construir como de adquirir una vivienda nueva.
La normativa técnica de obligado cumplimiento cada vez es más estricta en temas de eficiencia energética.
Los edificios deben disminuir su consumo de energía por el bien global y por los considerables ahorros que suponen al usuario final.
Por eso se ha implementado la figura del certificado energético del edificio (que lo cataloga de la A a la G en función de su eficiencia energética, siendo la A la mejor) y establecido como objetivo que a partir del año 2020 todas las viviendas de nueva construcción sean de consumo ‘casi’ nulo.