El Autoconsumo Compartido es uno de los modelos energéticos más interesantes. Supone un gran ahorro económico y energético al permitir que varios consumidores compartan una misma instalación fotovoltaica. Está abierta, por tanto, a bloques de viviendas, polígonos industriales y comunidades energéticas.
Se trata de la instalación de placas solares en la cubierta de un edificio, o de una nave industrial, y da suministro eléctrico fotovoltaico a los vecinos, o naves colindantes.
Tanto la instalación como los auto consumidores deben de estar en la misma referencia catastral. En el caso de las naves o negocios, deben de estar a un máximo de 500 metros del centro de producción, y compartir al menos 14 dígitos catastrales.
Es necesario llegar a un acuerdo entre, al menos un tercio de los propietarios de las viviendas o edificios a través de una forma jurídica (comunidad de propietarios, comunidades energéticas, etc)
Existen dos modalidades, siendo la modalidad de red pública la que veremos en profundidad:
- Red pública: Es la más habitual. La planta fotovoltaica conecta con la red de baja tensión mediante un contador bidireccional, por lo tanto, distribuidora y comercializadora compensan a los auto consumidores a través de esta red pública.
- Red Interior: La producción fotovoltaica se distribuye directamente a cada una de las redes interiores de los auto consumidores.
Actualmente el sistema de reparto es por unos coeficientes estáticos que se pueden modificar de manera periódica (anual). Estos coeficientes pueden ser calculados en función a sus consumos o a una cuota fijada de antemano. Se realiza la instalación en la cubierta del edificio, y cada vecino participa en un coeficiente que se calcula con antelación.
El flujo eléctrico va a la entrada o acometida eléctrica del edifico, y se compensa con cada vecino en función del coeficiente predefinido.
Cuando se acaba la instalación, nos encargamos de comunicar a Industria y a la distribuidora el coeficiente de participación de cada vecino. Estos organismos son los encargados de comunicar esta participación a la comercializadoras para que imputen la compensación de energía a cada vecino.
Esta compensación se realiza en función del consumo y la comercializadora está obligada a realizarlo.
Si suponemos una autoproducción de 100 kWh en una comunidad de 5 vecinos, al final de mes, la comercializadora tiene que compensar 20 kWh a cada vecino, de tal manera que si un vecino ha consumido 60 kWh, menos 20 kWh (100/5) de compensación, solo se pagaría por 40 kWh. La comercializadora está obligada a compensar en el mismo tramo horario que se produce dicho autoconsumo.
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