Una Comunidad de Energía es una entidad legal donde los ciudadanos, las PYMES y las autoridades locales se unen, como usuarios finales de energía, para cooperar en la generación, la distribución del consumo, el almacenamiento, el suministro, la agregación de energía de fuentes renovables u ofrecer eficiencia energética y/o servicio de gestión de la demanda.
Su objetivo principal será ofrecer beneficios energéticos, de los que se derivan los medioambientales, económicos y sociales.
En términos generales, las comunidades energéticas se pueden formalizar como cooperativas, asociaciones, consorcios o fundaciones, entre otras formes posibles.
Una comunidad energética no solo produce energía para iluminación, sino que puede tener como finalidad el transporte, la calefacción, procesos de fabricación, por ejemplo.